Que mejor manera de homenajear en su 90º aniversario a la revista que tanto marcó al deporte argentino, recordando la primera tapa que guardo en mi retina desde mi niñez. Corría 1994 e Independiente comenzaba a despegar en su camino hacia el título, con uno de los últimos equipos que el pueblo rojo citaba de memoria. Isas; Cravioto, Rotchen, Serrizuela y el Luli Ríos; Perico Pérez, Cagna, Garnero, Gustavo López, Rambert y El Palomo Usuriaga, comandados por Miguel ángel Brindisi, en su primera experiencia en el club. Aquel equipo pasaría a la memoria por el fútbol vistoso que desplegó durante todo el campeonato, por haberse quedado con el Clausura y por conquistar el único trofeo que, por entonces, faltaba en las gloriosas vitrinas de Independiente: La Supercopa.

En tapa, aparece Sebastián Pascual Rambert, figura de aquel equipo, festejando el gol de la victoria ante Lanús como visitante, que depositaba al Rojo en lo más alto de la tabla.
Los recuerdos son algo borrosos, pero esta tapa y aquel equipo de Miguel Brindisi son los primeros recuerdos que me relacionan con El Gráfico.