En los últimos días, Barcelona había sido noticia por las declaraciones de Johan Cruyff. Además, parte de la prensa española criticaba sus últimas actuaciones. Con este clima, el equipo español visitó alemania y volverá a su país con un empate (1-1, goles de Cacau e Ibrahimovic).
Costó mucho. Si hubiese sido por los primeros 60 minutos, Stuttgart tendría que haber sido el ganador. Su dominio fue casi total en la primera mitad. Víctor Valdés estuvo en gran forma para proteger su valla, vencida a los 25 minutos por Cacau. El delantero alemán era peligroso para una defensa desorientada.
Con el gol de Ibrahimovic (error de Lehmann) Barcelona se tranquilizó y pudo desplegar un poco de su juego basado en pases. Claro que nunca más amenazó al arco rival. Lionel Messi, demasiado marcado, tuvo un partido flojo. Gerard Piqué demostró que es una puerta de entrada en la defensa culé. Sólo el ingresado Gabriel Milito, Carles Puyol y el duo Xavi-Iniesta estabilizaron al equipo. Stuttgart se refugió cerca de su propio arco y Barcelona agradeció la actitud. Después de todo, un empate (y con gol convertido de visitate) deja la eliminatoria abierta para remontar en el Camp Nou.