La victoria frente al Sevilla del último sábado, no sólo significó para el Real Madrid el poder alcanzar la cima en la tabla de posiciones (junto al Barcelona), sino también un triunfo en lo personal para el castigado entrenador chileno. Más allá de los tres puntos obtenidos, esta vez Manuel Pellegrini puede autoproclamarse artífice de la remontada de su equipo, por haber leído el partido a la perfección y mover las piezas justas desde el banco de suplentes.

El ingreso en el segundo tiempo de Guti y Rafael Van der Vaart, le dio un giro de 180º a la dinámica merengue en ataque (el holandés marcó el gol del triunfo).

Además, el Real Madrid (lejos de parecerse al Barça versión 2009) de a poco va encontrando funcionamiento colectivo, sabe "golpear" en el momento justo y se va encaminando hacia una idea de juego. De momento, el expediente Lyon (0-1 en la ida) se presenta para los merengues como el partido bisagra de cara al futuro del equipo de la capital.

Respecto a Florentino Pérez y, sobre todo, Valdano, la pregunta que se viene a la mente es: ¿Seguirán poniendole fecha de vencimiento al "ingeniero" ? o habrán entendido que un proceso lleva tiempo y más cuando se vive a la sombra de los éxitos de su clásico rival.